El CEO se Entera de Mis Mentiras

Chapter 198



Capítulo 198

Doña Sara sentía que ese era el momento culminante de su vida, estaba siendo elevada por sus dos queridísimas nietas.

Ana y Rosa, esas dos preciosas flores, sonrieron.

La familia se encontraba envuelta en una atmósfera de alegría.

Raquel, desde una esquina, observaba en silencio. La agitación y el esplendor de la familia Pérez siempre habían estado fuera de su alcance. Lo único que la concernía era su padre, quien ya descansaba bajo tierra, olvidado por toda la familia Pérez.

En ese momento, Raquel de repente se percató de que una mirada se posaba sobre su rostro. Levantó la vista y vio a Alberto.

Alberto, bajo la brillante luz, la observaba fijamente.

¿Qué estaba mirando?

Esa noche, él había acompañado a Ana de vuelta a la casa familiar, apoyándola en todo

momento.

Parece

que todos habían olvidado que ella era la señora Díaz.

Qué ridículo.

Raquel apartó la mirada.

-Bien, ya que estamos todos aquí, presidente Alberto, El Invencible, vamos a cenar —dijo doña Sara, con una sonrisa.

Las mesas estaban llenas de manjares y buen vino, y todos comenzaron a tomar asiento.

Las sillas ya estaban dispuestas. Como la mayor, doña Sara ocupó el asiento principal. Alberto, Ana y Alejandro María se sentaron a la izquierda, mientras que El Invencible, Rosa y Ricardo Patricia se sentaron a la derecha. Toda la familia estaba reunida y en armonía.

Raquel se dio cuenta de que no tenía asiento.

Rosa la llamó para que viniera a cenar, pero nadie le había preparado un lugar.

Rosa pareció notar el problema de repente. Sonrió levemente, mostrando sus labios rojos, y dijo: Raquel, ¿no tienes asiento?

Todas las miradas se dirigieron hacia Raquel.

Raquel siempre había sido menospreciada por la familia Pérez. Nadie había notado su presencia antes.

13

Doña Sara, con una expresión de molestia, dijo: -Las sillas aquí están asignadas, no hay más lugar. Raquel, mejor come con los sirvientes en la cocina.

María miró a Raquel, aún recordando cómo Raquel había sido la causa de que Alejandro le diera una bofetada. Sonrió por fuera, pero en sus ojos había veneno. -Hagámoslo de esta manera. Voy a pedirle al sirviente que añada una silla en la esquina. Raquelita, siéntate allí.

Doña Sara y María estaban haciendo todo lo posible para avergonzar a Raquel, y todos observaban con deleite la humillación de Raquel.

El Invencible miró a Raquel y preguntó: -¿Quién es ella?

Rosa, con una sonrisa despreocupada, respondió: -Es una sirvienta de la casa. Rosa dijo que Raquel era la sirvienta.

1

Rosa había llamado a Raquel para vengarse, pues Raquel había sido testigo de

su vergüenza cuando le retiraron su artículo académico en el Museo de Medicina. Ahora, ella quería

mostrarle lo que había logrado.

Ana la miró de arriba abajo con desdén, como si fuera algo de poca monta, sin ninguna clase, y

aún así pensaba competir con ella.

Raquel estaba allí, completamente aislada. Sus ojos claros observaban a toda la familia Pérez. Sonrió levemente, levantando una esquina de sus labios. -No hace falta. No hay lugar para mí, así que no cenaré.

Con estas palabras, Raquel miró a El Invencible y dijo: -En realidad, regresé solo

usted.

para verlo a

Doña Sara soltó una risa sarcástica. -Realmente has tenido suerte en tu vida pasada, por estar cerca de Rosita y ahora ver a El Invencible.

El Invencible tomó la mano de Rosa, quien le sonrió dulcemente.

Raquel, de manera indiferente, dijo: -Nadie ha visto a El Invencible, así que

tengan cuidado, no se vayan a encontrar... con un impostor.

¿Impostor?

¿Qué quería decir con eso?noveldrama

Todos se quedaron congelados.

La mirada de El Invencible se oscureció por un momento, él la miró, ¿sería que

Raquel había descubierto algo?

No era posible.

Capitulo 198

Había planeado todo a la perfección.

Raquel no dijo nada más. Se dio la vuelta y se alejó.


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.